El principio universal de la polaridad, al cual recurrimos frecuentemente en el #CoachingMetacreativo, dice que todo tiene su opuesto, todo tiene su doble. Y me gustaría utilizarlo para ilustrar como, por ejemplo, cuando aprendemos algo nuevo, al mismo tiempo estamos sumando algo más al vasto terreno de lo que ignoramos.
Cuando tomamos consciencia de algo que nos estaba limitando o generando malestar, por lo general comenzamos a juzgarnos por todo lo que hicimos hasta ese momento en “piloto automático”. Nos criticamos por haber elegido lo que elegimos, por haber tomado las decisiones incorrectas o haber hecho mal las cosas. Y desde luego que también llevamos este mismo tribunal hacia afuera.
Por ejemplo, cuando a través del coaching aprendí que vivimos emitiendo juicios sobre lo que vemos creyendo que es LA verdad y con eso creamos realidad, de inmediato me ubiqué en el rol de vigilante del juicio ajeno: “Uh! qué manera de criticar tiene fulano… cómo no se da cuenta que es solo su opinión” y otros juicios por el estilo, je.
? Este tipo de conducta que alguna vez ví en mí y observo frecuentemente en estudiantes de la disciplina, me lleva a la idea de que al aprender algo nuevo elevamos nuestro nivel de consciencia y esto impacta inevitablemente en nuestra ética. Así entramos en otro espacio de ceguera.
Se activa en nosotros el juez, el padre crítico que nos juzga y nos castiga amparado en el supuesto valor de lo correcto. Esto también funciona hacia afuera llevándonos automáticamente a ubicarnos en una posición por encima de los demás desde donde descalificamos o rechazamos puntos de vista o prácticas que no condicen con nuestra nueva mirada.
Entonces, pienso que esta actitud de arrogancia es una de las primeras “sombras” que emerge en nosotros cuando se enciende la luz del darnos cuenta.
Me gustaría que reflexiones sobre este tema: ¿Cuándo sentís que dentro tuyo se activa el «modo juez»??
“Es paradójico, pero cierto, decir que cuanto más sabemos, más ignorantes nos volvemos en el sentido absoluto, porque sólo a través de la iluminación nos volvemos conscientes de nuestras limitaciones. Precisamente uno de los resultados más gratificantes de la evolución intelectual es la continua apertura de nuevos y mayores perspectivas.”
Nikola Tesla