¿Cuál es el significado de que estemos vivos? ¿Para qué hacemos tooooodo lo que hacemos?
A veces nos encontramos llenos de resultados por fuera pero vacíos por dentro. Esto sucede cuando la supervivencia y lo conveniente se impone a lo trascendente, (como el crecimiento y la contribución). Seguramente hubieron experiencias en nuestra vida que nos provocaron dolor, ante las cuales nos sentimos desafiados a generar mecanismos para sobrevivir y seguir adelante. Sin embargo, es muy posible que ese avance respondiera a la necesidad de ESCAPAR o EVITAR, más que a la motivación de CREAR o LOGRAR.
Cabe traer como ejemplo aquellos profesionales exitosos que viven “apagados” en la comodidad de lo que lograron escapando de una infancia sumida en la pobreza y la violencia familiar.
Pero, ¿qué pasa cuando después de tanto camino recorrido dejamos las amenazas atrás? ¿Dónde queda nuestra fuerza cuando ya no necesitamos huir de lo que nos lastimaba? Es como haber estado haciendo EL viaje de nuestra VIDA mirando por el espejo retrovisor; sin poner mucha atención hacia dónde íbamos por haber estado enfocad@s en aquello de lo que nos queríamos alejar.
Cuenta la historia que tres albañiles estaban trabajando, cuando un transeúnte se acercó a ellos. Le preguntó al primero: ¿Qué está usted haciendo?
A lo que el albañil respondió: ¿Acaso no lo ve? ¡Apilando ladrillos
El caminante repitió la misma pregunta al segundo y la respuesta no se hizo esperar: ¡Levantando una pared!
El tercer albañil también respondió al particular interrogatorio, y con una amplia sonrisa de orgullo dijo: Estoy construyendo el nuevo hospital de niños del pueblo.
En este cuento, la tarea es exactamente la misma, lo que cambia la actitud es el grado de significación y propósito que tiene su trabajo para los demás. Podríamos decir que lo que hace la diferencia es la capacidad que tengamos para conectar el sentido de lo que hacemos.
Tal vez sea hora de salir del vacío. Aprovecharlo como espacio disponible para encender el fuego de lo que nos apasiona. Eso que irónicamente muchas veces se esconde detrás del miedo y se forja en el dolor.
Tal vez sea hora de cambiar aversión por atracción, mirar hacia adelante y comprometernos con los que se esconde en lo incierto.